En una casa donde haya polvo, ácaros, pelos, vapores de la cocina, olores de los animales y mala ventilación, es cierto que la calidad del aire no va a ser de las mejores. La gran mayoría del aire que tu familia y tú respiras todos los días no es puro ni limpio. Por lo tanto, es imperativo asegurar la calidad del aire interior al que estamos constantemente sometidos. Un purificador de aire es un dispositivo esencial para esta tarea; pues tienen la capacidad de eliminar todos los posibles contaminantes existentes en el aire de una determinada zona de tu casa o, por qué no, lugar de trabajo.
Prevenir reacciones alérgicas como los comunes estornudos y lágrimas en los ojos, y principalmente las situaciones más graves de enfermedades crónicas como el asma o las migrañas no es un lujo, es una necesidad. Es por esta razón que la misión de un purificador de aire es eliminar las partículas responsables de dichas afecciones. Y, en consecuencia, devuelve un aire más limpio y con menos olores.
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Principales ventajas de un purificador de aire
Dentro de casa estamos expuestos a diversos compuestos químicos tóxicos encontrados en una variedad de productos de nuestra cotidianidad. Esto sin contar el moho, las bacterias, virus, pelos de animales, restos de insectos y todo tipo de suciedad que, por norma, están presentes en nuestros hogares. En conjunto, el resultado es un ambiente altamente contaminado.
Por esta razón y acostumbrados cada día más a un estilo de vida sedentario, dentro de entornos cerrados la mayor parte de nuestro tiempo, es necesaria la ventilación de dichos espacios, a fin de velar por nuestra salud.
Gran parte de los malos olores de los ambientes provienen de elementos contaminantes presentes en el lugar. Por lo que los purificadores de aire, al eliminar estos contaminando, pueden eliminar malos olores de los ambientes. De esta manera, un purificador de aire complementa la limpieza de un entorno, alcanzando sitios y partículas que un aseo general no permite y proporcionando espacios más higiénicos, puros y saludables.
Todo lo antes citado tiene como consecuencia una mejora en la salud en general. Pues mientras mayor sea la calidad del aire que respiramos, más estaremos previniendo el desarrollo de afecciones en nuestro organismo que pudieran perjudicarnos gravemente.
Cinco tipos de purificadores de aire
Purificador de Aire con Filtros
El Filtro de Aire Particulado de Alta Eficiencia (HEPA por sus siglas en inglés) es un sistema de filtro elaborado en un material muy fino que se dobla hacia adelante y hacia atrás para crear la forma de un acordeón. Es este acordeón el que crea un laberinto de fibras dispuestas al azar que atrapa partículas diminutas al empujar el aire a través del mismo. Cuantas más veces pase el flujo de aire a través del filtro en una hora, más limpio se volverá. Una vez el filtro se llene, el aire ya no podrá pasar y se necesitará reemplazarlo (2-4 años).
Los purificadores de aire HEPA son los más efectivos para atrapar partículas en el aire; sin embargo la mayoría de ellos requieren algún nivel de material a base de carbón activado para absorber los olores y los productos químicos que el filtro por sí solo es incapaz de capturar.
Agentes Absorbentes
El carbón activado es un tipo de agente absorbente que ha sido procesado con anterioridad para que sea extremadamente poroso. Gracias a esta propiedad las partículas más grandes quedan atrapadas en la estructura del agente, lo que garantiza que el aire sea más puro.
Los purificadores de aire con filtros de carbono son una herramienta muy efectiva para capturar contaminantes tales como emisiones químicas, gases, humo de tabaco y olores. A pesar de tener un menor nivel de eficiencia eliminando alérgenos y partículas, ofrecen una remoción sobresaliente de compuestos orgánicos volátiles.
Radiación Ultravioleta
Los purificadores de aire que utilizan esta tecnología tienen una lámpara UV instalada y, a medida que los microorganismos pasan a través de los rayos irradiados, se produce un daño celular o genético que destruye bacterias y virus. Su desventaja radica en el hecho de ser muy específico, no combatiendo todas las impurezas presentes en el aire. Por lo tanto, la mayoría de los purificadores de aire que emplean UV comienzan al filtrar el aire con HEPA y carbón activado, usando la UV como una etapa final de filtración.
Purificador de Aire Ionizador
Los purificadores de aire de iones negativos, a través de la emisión de un campo electromagnético, transforman las moléculas en iones, que a su vez se unen con los iones formados por el purificador. La idea es que, al unirse, las moléculas de suciedad se vuelvan más pesadas y caigan. Esto hace que la partícula se adhiera a otro elemento sólido en la habitación, como una puerta o ventana.
Aunque esta tecnología puede parecer avanzada, ha demostrado ser menos efectiva que otras. Un purificador ionizado simplemente enmascara el aire contaminado en lugar de limpiarlo realmente, pues no tiene la capacidad de absorber ni eliminar los contaminantes dañinos en el aire.
Generadores de Ozono
Los purificadores de aire de este tipo modifican la estructura molecular de los componentes presentes en el aire. En este caso, se transforma el oxígeno presente en el medio ambiente (O2) en ozono (O3), el cual es un gas extremadamente tóxico. El uso de este tipo de purificador no es recomendado por profesionales de la salud, pese a las afirmaciones que existen de que son efectivos para controlar la contaminación de un ambiente.
Los estudios han demostrado que los purificadores de aire con ozono pueden inhibir el crecimiento de algunos agentes biológicos, pero es poco probable que limpien el aire a menos que las concentraciones sean significativamente más altas que las normas de salud pública.